La absorción por la caja andaluza abriría la esperanza de aplicar pérdidas menores, que podrían estar en torno al 50%
Solo la compra de Unicaja puede evitar que algunos clientes con participaciones preferentes de Ceiss,
el grupo creado por Caja España-Duero, pierdan hasta un 73,78 % de su
inversión, ya que esa es la quita máxima que prevé aplicar el Estado si
la integración se frustra. Según la información publicada hoy en la web
del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB),
si la absorción de Ceiss por parte de Unicaja no se materializa, el
organismo público se vería obligado a recomprar los productos híbridos
-preferentes y deuda subordinada- emitidos por el grupo
castellanoleonés.
En ese supuesto y por imposición de Bruselas, las pérdidas
para los ahorradores serían mayores que las que tendrían que sufrir si
finalmente Unicaja se hace cargo del grupo. El peor de los casos es el
de una emisión de preferentes vendida a clientes minoristas del grupo y a
la que se aplicaría un recorte del 73,78 % si el FROB acaba nacionalizando el grupo, seguida de otra que perdería el 68,18 % de su valor.
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