jueves, 11 de julio de 2013

Pescanova pagó a testaferros en negro para ocultar su deuda

Manual para esconder una quiebra

La dirección daba órdenes sobre cómo maquillar las deudas o emitir facturas falsas

El extenso informe de KPMG sobre la contabilidad de Pescanova podría convertirse en un manual del falseamiento de cuentas. La investigación ha recogido en casi 350 páginas cómo se elaboraban las cuentas en la empresa. Los resultados mensuales podían mejorarse pasando facturas a una filial, las empresas podían pagar menos impuestos si se facturaba a través de otra compañía a nombre de un testaferro y la regla de oro al hacer los números del ejercicio se basaba en maquillar a la baja los pasivos bancarios y al alza los resultados de explotación. Y todas estas lecciones magistrales quedaron registradas. Porque se enviaron por email.
Los mensajes localizados por KPMG en los ordenadores de la dirección muestran sin lugar a dudas que el presidente Manuel Fernández Sousa no era ajeno a los sistemas de contabilidad, ya que está incluido en varios de esos envíos. También estaba al tanto del sistema de testaferros usado para crear empresas con las que ocultar participaciones o intercambiar facturas. En un correo enviado a Sousa por Alfonso García, administrador solidario de empresas vinculadas a Pescanova, le explica que han decidido pagar a un hombre llamado Jaime Rioja “1.500 euros al mes en B” por figurar en una compañía. Le pide el visto bueno. Y Sousa lo otorga. En otro envío, de enero de este mismo año, es también García quien le comenta al presidente que “Cuvimarket es la sociedad en la que se aparcaban las acciones de Novanam a 31 de diciembre de cada año”. Esta empresa, le señala, “ya le fue mencionada a Alfredo [jefe de administración de Pescanova] en la inspección de Hacienda de este año”. Y por eso le recomienda que para evitar inspecciones se liquide y se use “otra vía para hacer el aparcamiento”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario