Manual para esconder una quiebra
La dirección daba órdenes sobre cómo maquillar las deudas o emitir facturas falsas
- “Las irregularidades detectadas son errores con explicación”
- Los correos que revelan las prácticas contables
Los mensajes localizados por KPMG en los ordenadores de la dirección muestran sin lugar a dudas que el presidente Manuel Fernández Sousa
no era ajeno a los sistemas de contabilidad, ya que está incluido en
varios de esos envíos. También estaba al tanto del sistema de
testaferros usado para crear empresas con las que ocultar
participaciones o intercambiar facturas. En un correo enviado a Sousa
por Alfonso García, administrador solidario de empresas vinculadas a
Pescanova, le explica que han decidido pagar a un hombre llamado Jaime
Rioja “1.500 euros al mes en B” por figurar en una compañía. Le pide el
visto bueno. Y Sousa lo otorga. En otro envío, de enero de este mismo
año, es también García quien le comenta al presidente que “Cuvimarket es
la sociedad en la que se aparcaban las acciones de Novanam a 31 de
diciembre de cada año”. Esta empresa, le señala, “ya le fue mencionada a
Alfredo [jefe de administración de Pescanova] en la inspección de
Hacienda de este año”. Y por eso le recomienda que para evitar
inspecciones se liquide y se use “otra vía para hacer el aparcamiento”.
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