sábado, 29 de junio de 2013

Los secretos de Bárcenas amenazan al PP

El extesorero guarda presupuestos del partido que apuntan a la financiación ilegal, recibos de constructores y empresarios de donaciones opacas y hasta fotos y documentos personales de otros dirigentes, que utiliza para defenderse de lo que considera un “acoso judicial”

Luis Bárcenas ingresó el pasado jueves en la cárcel de Soto del Real (Madrid). Con 56 años, ha pasado casi la mitad de su vida alrededor, junto o al frente de la caja fuerte donde el Partido Popular guardaba su dinero y alguno de sus secretos financieros inconfesables. Nadie acumula en el partido tantos conocimientos sobre las finanzas de la formación política que hoy gobierna España con un poder casi absoluto.
De todas las hipótesis posibles en relación con la evolución del caso Gürtel, la del extesorero en prisión preventiva era la que más preocupaba a una parte significativa de la cúpula del Partido Popular. Desde que Suiza remitió, en diciembre del año pasado, las primeras informaciones oficiales sobre la fortuna oculta del extesorero en el Dresdner Bank, en el PP había un temor creciente ante la posibilidad de que el juez Pablo Ruz, instructor del caso, dictase un auto de prisión contra Luis Bárcenas. Pero nadie quería creer que el temor se convirtiera en realidad.
Lo que el extesorero del PP sabe sobre supuestas prácticas ilegales del partido, y lo que está dispuesto a contar en una situación extrema —como la que puede vivir encerrado entre los muros de la cárcel de Soto del Real— mantiene al PP inquieto, preocupado y dividido.
El extesorero del PP, según han explicado a EL PAÍS fuentes de su entorno, guarda numerosa documentación que probaría, sin margen de duda, la financiación ilegal de esta formación política en distintas campañas electorales; implicaría a distintos dirigentes de la cúpula en negocios al margen de la ley y comprometería a una decena de empresarios vinculados a este partido, que apoyaron con dinero no declarado la financiación de la formación conservadora en momentos de especial interés.
Cuando su imputación en el caso Gürtel estaba tramitándose en el Tribunal Supremo, en el verano de 2009, Luis Bárcenas sacó de la sede central del partido, en la calle de Génova, 13, en Madrid, una serie de carpetas con abundante documentación. Su intención era utilizar ese material, que él controló durante 20 años como gerente y tesorero del partido, para defenderse del acoso judicial, en la creencia de que su amenaza de “tirar de la manta” activaría todos los mecanismos en el partido para protegerle de jueces, fiscales y policías
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