Los expertos abogan por medidas que estimulen la remodelación de las viviendas usadas, las que menos están sufriendo los efectos del estallido de la burbuja
El sector inmobiliario español es un barco que continúa
hundiéndose, pero los expertos recuerdan que para taponar una de sus
vías de agua bastaría con apoyar, mediante medidas de estímulo a la
rehabilitación, uno de los subsectores que parece estar superando los
efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria: la vivienda usada.
Lo advertía el pasado jueves el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC)
Juan Lazcano, quién recordaba en un acto organizado por la Cámara de
Contratistas de Castilla y León que hay más de diez millones de
edificios anteriores a 2001. «El sector de la edificación, que produce
empleo con mucha rapidez, tiene que ir por el camino de la renovación y
regeneración», sentenciaba.
Y es que en plena crisis inmobiliaria y de crédito, los
compradores prefieren acceder a una vivienda usada que arriesgarse —y
pagar más— por una nueva. Así, según la estadística de Transacciones Inmobiliarias del Ministerio de Fomento,
mientras que la compraventa de vivienda nueva se redujo en el último
trimestre de 2012 un 10,17% con respecto a 2011 (con un total de 114.887
transacciones) por el contrario las compraventas de vivienda usada aumentaron un 11,53%.
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